Empieza a ser notable la cantidad de documentación escrita en relación a los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de la Agenda 2030, su adaptación a los municipios (Agenda Urbana) y su implementación; desde el Gobierno del Estado al Gobierno de la Generalitat, la FVMP (Federación Valenciana de Municipios y Provincias), la Diputación de València, las organizaciones del movimiento vecinal de la Comunitat Valenciana (CAVE-COVA) y otras muchas entidades sociales están intentando perfilar, desde su punto de vista, cómo debe ser su implementación. Ya nadie discute los ODS.

La perspectiva de CAVE-COVA es algo diferente al resto. Estamos empeñados en que la implementación de los ODS tenga un reflejo claro en cada presupuesto institucional, por dos motivos: primero, porque la identificación de aquellas partidas presupuestarias que puedan enmarcarse en las estrategias de la Agenda 2030/Agenda Urbana cuantificarán en qué medida una institución pasa de la retórica a la acción; y segundo, porque su incidencia en la vida cotidiana permitirá evaluar los compromisos año a año. Conviene recordar que el desarrollo de la Agenda 2030 es un buen marco para los proyectos que se deben presentar para obtener financiación europea tras la Covid-19.

Para llegar a la culminación de la concreción presupuestaria es necesario establecer una metodología que determine tanto las estrategias como las formas de desarrollarlas y concretarlas con la complicidad de la ciudadanía en cada ámbito territorial. Por ejemplo, en el municipal y local es necesario que el proceso culmine con la correspondiente Agenda Urbana Local, como adaptación de los ODS al contexto territorial correspondiente.

Existe un cierto consenso en cómo proceder y habitualmente se señalan ciertas etapas que se consideran imprescindibles. De forma muy resumida podrían ser las siguientes:

1.- Motivar y convencer a las propias estructuras institucionales (consellerías, ayuntamientos…) de que sus propuestas ordinarias tienen que estar enmarcadas en los ODS tomando conciencia de ello. Lo que supone reflexiones internas, planes de formación y grupos de trabajo interdepartamentales que lideren el proceso y busquen la coherencia de las propuestas.

2.- Concienciar a la ciudadanía de la importancia que para su vida cotidiana tiene la implementación en su entorno de los ODS a través de su propia participación desde el inicio en todo el proceso a través de sus organizaciones sociales y en estructuras nuevas como el Observatorio de los ODS que debería crearse a tal efecto con la participación público-privada y la autoridad suficiente para liderar buena parte del proceso.

3.- Comenzar a establecer alianzas con aquellos actores que en el ámbito territorial tengan algo que aportar (sindicatos, empresarios, organizaciones vecinales, ONG, tercer sector, universidades…)

4.- Promover el análisis del contexto y definir en qué nivel se encuentra en el ámbito territorial correspondiente la implementación de los ODS. Para ello es necesario aportar medios técnicos que permitan objetivar el grado de consecución desde el momento inicial del proceso (establecimiento de indicadores objetivos). Es la única forma de evaluar posteriormente los avances o retrocesos.

5.- Publicar el informe de diagnóstico, con el establecimiento de las prioridades y, por tanto, como consecuencia, la publicación de la Agenda Urbana local en el caso de los ayuntamientos o la Agenda 2030 propia de la Generalitat.

6.- Elaborar el Plan de Acción para la consecución de los objetivos prioritarios a corto, a medio y largo plazo.

7.- Proponer en los presupuestos partidas en coherencia con con el plan de acción anual o plurianual.

8.- Por último, establecer observatorios para el seguimiento de los parámetros de medida con participación de los actores que han participado en todo el proceso con autoridad para emitir informes sobre los avances o retrocesos que se hayan producido y recomendaciones para que se pueda reorientar de forma más eficiente el alcance de los ODS adaptados territorialmente.

Desde CAVE-COVA estamos convencidos de que la participación y la incorporación democrática de la ciudadanía es la clave del proceso de concreción en cada nivel territorial, su participación garantizará identificar las prioridades, las necesidades e incluso la identificación de propuestas de talento que a la propia administración se le pueden escapar. Establecer alianzas entre los diferentes actores en los planes de acción es imprescindible para que se pueda avanzar en la cohesión social, el desarrollo sostenible y la participación ciudadana, esencia de la Agenda 2030.

Para finalizar: ¿Por qué CAVE-COVA no está representada en el Alto Consejo Consultivo de la Agenda 2030 de la Generalitat? ¡Ya empezamos!